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Identificador
09108_07_004
Tipo
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de San Miguel Arcángel

Localidad
Zarzosa de Riopisuerga
Municipio
Zarzosa de Riopisuerga
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LOS RESTOS DE ESTE EDIFICIO ROMÁNICO se encuentran a unos centenares de metros del caserío, hacia el noreste, ubicados sobre un pequeño cerro. Hoy bajo la categoría de ermita -que Madoz llama de San Roque-, muy probablemente fuera la antigua iglesia parroquial, cuyo distanciamiento de las casas y dificultad de acceso seguramente fue el motivo de que se decidiera la construcción de la actual parroquia de la Inmaculada. Hasta mediados de la década de 1980 estuvo en ruinas, acometiéndose entonces una restauración que le dio el aspecto con que se nos muestra en la actualidad. Originalmente fue un templo construido en sillería y mampostería arenisca, con planta formada por ábside semicircular, presbiterio recto y una nave que, según se nos cuenta, tenía el acceso en el lado sur. Durante las obras de restauración se eliminaron casi por completo los restos de la nave, manteniéndose sólo la parte construida en sillería, que corresponde al conjunto de la cabecera y a un pequeño sector de dicha nave, que fueron cerrados por un nuevo muro occidental. De este modo, lo que hoy vemos es un pequeño edificio de sillería isódoma, bien ejecutada y concertada, compuesto por un ábside semici rcular, con doble zócalo, apenas destacado en anchura, y con un testero formado por una ancha banda plana, en la que se abre una estrecha saetera enmarcada en sencillo arco de medio punto, de extrema sobriedad. El presbiterio, ligeramente más ancho, tiene sendas pilastras en el extremo oriental de sus muros, que son dobles en el caso del extremo oeste, donde recibe los empujes del arco triunfal. La simplicidad y solidez es también su nota característica, presentando una saetera en el muro sur idéntica a la del testero. Por lo que respecta al alero, no se ha conservado el más leve testimonio. En el interior de nuevo domina la sobriedad, con los muros desnudos recorridos en la base por un bancal, sólo interrumpidos por el simple abocinamiento de los ventanales y por la imposta de chaflán que da paso a las bóvedas, de horno para el hemiciclo y de cañón apuntado para el presbiterio. El arco triunfal, con arco apuntado y doblado, descansa en semicolumnas con desarrollado podio, basas de doble toro y escocia sobre plinto cuadrangular, y capiteles de rudimentarias cestas, cuya decoración sólo alcanza en el mejor de los casos a bolas en las esquinas, unidas por una banda de dientes de sierra. Por lo que respecta a la nave, sólo se ha respetado la parte que estaba hecha en sillería, reconstruyéndose un tramo de bóveda de cañón a base de hormigón, aunque casi con seguridad la original careció de abovedamientos. Nos hallamos ante un edificio de cronología bastante avanzada, cuya ausencia decorativa probablemente sea indicio de una construcción llevada a cabo ya en las primeras décadas del siglo XIII, aunque manteniéndose, desde el punto de vista arquitectónico en la más vieja tradición románica. La magnífica fábrica presenta además la peculiaridad del testero absidal reforzado por una banda plana, a modo de ancha pilastra, una característica que se encuentra también en la cercana iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Villahizán de Treviño, con cuya arquitectura guarda notables similitudes, aunque en este caso hay mayores concesiones a la decoración.