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Ventanal del muro norte

Identificador
09591_07_010
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Luis Sanz Salinero,José Luis Alonso Ortega,Augustín Gómez Gómez
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Miguel

Localidad
Tobes y Rahedo
Municipio
Valle de las Navas
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA PEQUEÑA POBLACIÓN DE TOBES se ubica en paraje de singular belleza natural por el colorido de los oteros que le rodean. La iglesia parroquial de San Miguel es un templo de una sola nave, planta de salón, con muros de piedra sillería de aparejo bastante regular y cubierta de bóveda de medio cañón articulada en tres tramos mediante los correspondientes arcos fajones. Al muro meridional se adosa una pequeña galería porticada, actualmente muy alterada, que tiene todas las trazas de ser una obra románica en su origen. Uno de los aspectos más notables de este templo es la arquitectura. El primer hecho que llama la atención es la art iculación del muro norte, con tres esbeltas arcadas de medio punto que llegan hasta el alero, cobijando las laterales pequeños vanos, y dispuesta sobre la central la portada, que se remata en sencillo tejaroz, con una única arquivolta y sin impostas en el vano de ingreso. El muro meridional, aunque alterado con el paso del tiempo y por la galería, también tiene doble arquería. Sobre los tramos segundo y tercero de la nave se levanta la torre que presenta planta cuadrada, abre doble arcada en cada cara y sólo la meridional ha sido alterada por una modificación moderna. La articulación del alzado de los muros interiores presenta notables novedades. Aquí se vuelven a repetir las triples arcadas que re c o rren el muro en sentido vertical, que sirve de marco a unos vanos de tipo portada con amplia arquivolta y sencilla aspillera. Estas arcadas están ligeramente retranqueadas respecto al arranque de la bóveda, por lo que parece que el muro actual es un elemento sobrepuesto a otro precedente. Esta circ u n stancia viene avalada también por el hecho de que algunos vanos estén completamente descentrados en relación a las arcadas. Del primitivo ábside nada queda en pie sustituido por un crucero y un ábside que remata en forma recta, cubriéndose con bóveda de crucería de trazas góticas que parece realizada a lo largo del siglo XVI. La fábrica románica presenta dos etapas en su proceso constructivo. A la primera debió pertenecer el ábside y la fábrica del templo pero cuando se decido realizar la bóveda se refuerza el mismo con las arcadas y se adelanta la portada al mismo tiempo que se completa con la galería meridional. A ese mismo momento debe corresponder la torre. Es una construcción que presenta algunos rasgos arcaicos en su fábrica por lo que nos parece que parte de la obra pudiera ser de finales del siglo XI. En esa primera parte se aprecia la pervivencia de usos constructivos del mundo precedente. En un momento posterior se modifica gran parte de la estructura preexistente, se abren algunos de los vanos actuales, se colocan los arcos de descarga que corren paralelos y en ese momento tal vez se levante la torre en el tramo inmediato al ábside. Con posterioridad se adosa la galería porticada que presentando formas y elementos románicos parece realizada ya en pleno siglo XIII. Este templo tiene actualmente dos partes bien difere nciadas: la correspondiente a la nave y la correspondiente al ábside. Este ultimo pertenece a un momento avanzado del gótico mientras que la primera se incluye en el más puro estilo románico. Consta de tres tramos abovedados con medio cañón separados por dos arcos fajones. En su primer y segundo tramo la nave refuerza sus muros norte y sur con arcadas ciegas, lo que contribuye a aumentar considerablemente su grosor. A la altura del arranque de la bóveda encontramos una cornisa ajedrezada de tres gruesos dados planos. Tanto el muro norte como el sur conservan vanos románicos consistentes en ventanas de tipo portada integradas por una sola arquivolta. Son un total de cuatro y se ubican, al igual que las arcadas ciegas, en los tramos primero y segundo. Lo más chocante sin lugar a dudas es que dichas ventanas se hallan descentradas respecto al arco ciego de refuerzo bajo el cual se abren. El alzado exterior del templo también es muy interesante, sobre todo en su lado norte. Este muro, de una gran airosidad y esbeltez, va reforzado con tres arcos ciegos apoyados en bandas que nos recuerdan a las típicas bandas lombardas, aunque aquí tanto los arcos como las bandas son de mayor tamaño. La portada, adosada y abocinada, ocupa la anchura del arco fajón central y las dos bandas que lo flanquean. Consta de una sola arquivolta con molduras aboceladas de distinta entidad: lisas las más gruesas y decoradas con sogueado las mismas. La torre, ubicada sobre el tramo tercero de la nave, también es en parte románica, aunque ha sido posteriormente muy alterada, sobre todo en su cara sur. En las otras caras aun se puede ver la silueta de un vano de medio punto posteriormente tapiado. La ornamentación escultórica no es muy abundante, limitándose a los capiteles de las ventanas y portada y a los canecillos de la cornisa de esta última. Por lo que se refiere a los capiteles, son todos muy similares, de temática vegetal y muy tosca realización. Su decoración consiste en una hoja de acanto que, al poco de su nacimiento en la base del capitel, se divide en tres para rematarse en caulículos en el ángulo y extremos. El centro superior de ambas caras lo ocupan unas rudimentarias cabezas humanas que cumplen la función de dados. Desde el punto de vista técnico son capiteles carentes de calidad en los que los perfiles de las hojas están en ocasiones sin definir por completo al no estar su silueta totalmente desbastada del bloque pétreo. No son capiteles muy grandes pero resultan pesados y desproporcionados por su anchura respecto al fuste que los sustenta. En su labra se utiliza una técnica de modelado tosco y se dejan las superficies lisas de las hojas sin pulir. Los canecillos de la portada no están muy lejos técnicamente de los capiteles. Dos de ellos se ornamentan con temática animal (bustos de cierva y león) y los otros tres con temática humana. De estos últimos el más interesante es sin lugar a dudas el que, de forma muy simplista, representa un coito entre dos personas. Vemos, por tanto, que el templo de Tobes y Rahedo m e rece ser tenido en cuenta no tanto por la calidad de su ornamentación escultórica como por su estructura arquitectónica. Ésta nos hace pensar que estamos ante una de las edificaciones románicas más antiguas de la provincia de Burgos, ya que el templo conserva un aspecto claramente pre rro m ánico, en particular por el alzado de sus muros. Este edificio sigue las pautas constructivas de algunos de los talleres más notables de La Bureba. Quien realiza esta fábrica, en sus distintos momentos, participa de los recursos y conocimientos de la escuela. Los maestros de la obra que trabajan aquí participan de los mismos conceptos constructivos que quienes los hacen en Castil de Lences, Abajas, Quintanarruz, Carcedo de Bureba y en la ermita de San Martín de Piérnigas.