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Sillar con la consecratio en el muro norte del interior de la nave

Identificador
09679_01_011
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 3' 36.42'' , - 2º 59' 48.63''
Idioma
Autor
José Manuel Rodríguez Montañés
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Miguel

Localidad
Neila
Municipio
Neila
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
REDUCIDA A ERMITA y luego desafectada, San Miguel fue la iglesia parroquial del barrio que de ella toma el nombre, situado al oriente del núcleo. Conserva del templo románico su airosa cabecera y el cuerpo inferior de la torre, levantado todo en dorada sillería espléndidamente aparejada. La nave, compuesta hoy de dos tramos cerrados con crucería simple, fue completamente reformada en los primeros años del siglo XX. Se compone la cabecera de tramo recto presbiterial al que se une mediante doble codillo un ábside semicircular, alzado sobre un zócalo abocelado que iguala el notable desnivel norte-sur sobre el que se emplaza el edificio. El tambor absidal se divide en tres paños mediante columnas entregas que parten de basamentos en resalte del zócalo, con basas de perfil ático y capiteles integrados en la línea de canes de la cornisa. En cada paño del muro se abren ventanas de arco de medio punto sobre columnillas acodilladas en torno a un vano en aspillera de derrame interior; a la altura de los cimacios de estas columnas se dispone una imposta de listel y abilletado que recorre la totalidad del tambor, invadiendo las semicolumnas que lo articulan. Al interior, da paso desde la nave a la capilla un arco doblado de medio punto sobre semicolumnas de alto basamento. El presbiterio se cubre con bóveda de cañón y el ábside con cuarto de esfera, oculta como su paramento interno por un retablo barroco. La torre, de planta cuadrada, se dispone al norte del presbiterio y con acceso desde el mismo; probablemente sólo el cuerpo inferior -liso- corresponda a la obra original, pareciendo el resto fruto de una reforma. La simplicidad y excelente construcción emparentan esta cabecera con el grupo de edificios serranos en los que es recurrente el uso de estructuras torreadas, aunque éstas encuentran acomodo en diferentes emplazamientos: Jaramillo de la Fuente, Vizcaínos, Jaramillo-Quemado, etc., iglesias todas levantadas entre mediados y la segunda mitad del siglo XII. Domina la pureza de líneas y sólida edificación al apartado decorativo, que se centra en los capiteles del arco triunfal, de las ventanas y columnas del tambor absidal y en la deteriorada línea de canes que soportan la cornisa. En las ventanas que horadan los tres paños del hemiciclo los arcos acogen pequeños tímpanos ornados con rosetas inscritas en clípeos y fondo de hojas de dura talla; en los capiteles vemos hojas lisas de bordes carnosos de cuyas puntas penden gruesos frutos u hojas acogolladas, así como dos aves afrontadas sobre fondo vegetal que pican una hojita o brote central -en la del eje- y otra pareja de aves opuestas por las colas y cabezas, de patas alzadas en ornamental disposición en el erosionado capitel derecho del paño meridional. En los capiteles interiores de estas ventanas, mucho mejor conservados, vemos repetirse estos temas con algunas variantes, como en los bellos capiteles de dos grifos afrontados, unos que parecen beber de un vaso dispuesto sobre tallo vegetal -el recurrente tema de la fuente de la vida-, y otros que como en el exterior pican la hoja, ambos bajo cimacio de tallo ondulante con hojas lobuladas que surge de un mascarón humano en el ángulo. Otro de los capiteles de ventana del interior, destrozado, muestra hojas con puntas incurvadas acogiendo bolas o resueltas en gruesas volutas, y aun uno más muestra un león pasante. En la misma línea se inscriben las cestas que coronan las columnas entregas del ábside, decoradas con hojas lisas de cuyas puntas penden bayas gallonadas o rizadas hojas de puntas avolutadas. En los canecillos del alero, bajo la cornisa con perfil de nacela, se suceden los de simple nacela con otros decorados con rollos, puntas de diamante, piñas y brotes acogollados así como dos deteriorados personajillos luchando, una figura frontal, un ave atrapando una presa y prótomos. El capitel del lado de la epístola del arco triunfal recibe hojas lisas con brotes apalmetados, mientras que el del lado opuesto muestra hojas lanceoladas con bayas esféricas en las puntas, sobre otras con volutas y rosetas en los dados del ábaco. Su cimacio se decora con tallos ondulantes resueltos en espirales. Como en lo arquitectónico, hay que vincular esta decoración a los talleres serranos que trabajan en los años centrales del siglo XII, señalando Malagón Águila las concomitancias con la de Pineda de la Sierra, Barbadillo de Herreros y parte de la de Vizcaínos. También conserva el edificio un magnífico ejemplar de pila bautismal románica, de copa semiesférica sobre tenante circular, todo profusamente ornamentado. Colocada al fondo de la nave, junto al muro de la epístola, mide 104 cm de altura total x 114 cm de diámetro y la copa se decora con un bocel en la embocadura, bajo el cual corre una banda de zarcillos perlados y ondulantes de los que surgen brotes acogollados de carnoso tratamiento que se alojan en los meandros, motivo ornamental repetido en numerosas pilas serranas. Bajo este motivo y una banda de contario completa la decoración una serie de hojitas lanceoladas de nervio central perlado superpuestas a modo de escamas, tema repetido en la copa de Santa María de Neila y en la de Hacinas, la última rudo remedo de estas dos, así como en la riojana de Ledesma de la Cogolla. Se dispone la copa sobre un grueso bocel finamente decorado con palmetas y tenante cónico moldurado con sucesión de junquillos y mediascañas decoradas con ondas y banda de contario. Encontramos tres interesantes testimonios epigráficos en el templo. El primero de ellos, conservado en el exterior del moderno muro meridional de la nave, reza: BENEDIC DOMINE DOMVM ISTAM QV AM EDIFICABI NOMI NI TVO BENIENTIVM IN LOCO ISTO EXA VDI PRECES IN EXCEL[SO] SOLIO GLORIE TVE Es decir, “Bendice, Señor, esta casa que he edificado en tu nombre, recoge, desde lo alto del trono de tu Gloria, las plegarias de aquellos que vienen a este lugar”; según Favreau, el texto pertenece al oficio de dedicación de una iglesia. Sobre el epígrafe anterior, en otro sillar y con similares caracteres, leemos: HEC EST DOMVS DOMINI ET POR/ TA CELI Es decir, “ésta es la casa del Señor y la puerta del Cielo”, invocación propia de las portadas o pórticos. Finalmente, se ha recogido en el pilar del interior del muro norte de la nave la tercera y más interesante inscripción, desarrollada en dos de las caras de un sillar. En el frente de la pieza leemos: ...PM... PRIMVM IN NAILA... FVN DABIT ECCLESIA(m) ET LABOR A PETRACALE ABBAS NVNNVEST CVM PROXIMIS