LA VANSA I FÓRNOLS

Antigua iglesia de Sant Quiro de Ossera

Los restos de la antigua iglesia de San Quiro –popularmente conocida como Sant Quiri– se encuentran en el extremo oriental de la colina que cierra por el Noreste el lugar de Les Masies, alrededor de 1 km al Este de Ossera. El acceso debe efectuarse a pie, adentrándose en la dehesa de Cal Petit de Madern tomando el camino que arranca al Norte de la carretera que une Sorribes de La Vansa y Ossera, a unos 700 m de ésta. Con un buen dominio visual sobre el valle de La Vansa y la dehesa de Madern, el templo era accesible en época medieval y moderna gracias al antiguo camino que unía Sant Pere de La Vansa y Ossera, el cual discurría por el flanco sur de la iglesia, a unos 300 m de la misma.

Pese a su clara filiación medieval, la documentación sobre el templo es escasa y de época moderna. La misma revela varias operaciones de reforma para adecuarlo a los preceptos del Concilio de Trento. Los trabajos arqueológicos ejecutados en 2009 pusieron al descubierto un edificio de tipología constructiva propia de los siglos xi, xii y quizá xiii, que posiblemente fuera una fundación tardía respecto a los principales templos del valle. Probablemente estuvo en uso hasta el último cuarto del siglo xix, cuando se construyó la nueva iglesia de Sant Quiro i Santa Julita de Ossera, en el centro de la localidad.

De la iglesia solamente se conserva alrededor de 1 m o un 1,5 m del muro perimetral. Tenía una sola nave larga y estrecha y un ábside semicircular ligeramente más estrecho que arranca directamente aquella, sin arco presbiterial que lo precediera. La fábrica está realizada con pequeños bloques de caliza, dispuestos en hiladas y unidos con mortero. Teniendo en cuenta las piezas adoveladas encontradas durante las tareas arqueológicas, se piensa que el templo podría presentar algún tipo de bóveda, cubierta exteriormente por losas de arenisca también encontradas durante la excavación. Los muros son de un grosor notable, pese que el sector noroccidental de los mismos es notablemente más estrecho que el resto. En el paramento meridional se encuentra un pequeño vano, abierto a la altura del inicio del ábside y tapiado en época moderna, el cual corresponde a la entrada original, sustituida por una abertura en el centro del muro oeste, levantada sobre tres escalones y probablemente adintelada. Esta reforma de los vanos implicó una seria intervención en el muro occidental, el cual no presenta continuidad con el resto de la nave, sino que se entrega a ésta, siendo posiblemente posterior a la construcción románica.

El ábside es el elemento que suscita un mayor interés, especialmente por la presencia de un altar prismático, levantado en el centro de la cabecera, adosado al muro y precedido por restos de un pavimento enlosado –el suelo del resto del templo de tierra batida–. El altar presenta indicios de una ampliación que ocupaba toda la anchura absidal, y lo acompaña un pequeño nicho cúbico abierto en el muro norte, que combina el uso de la piedra toba y la caliza.

Texto y foto: Esther Solé Martí

Bibliografía

Arxiu Diocesà d’Urgell, 1674-1679, man. 798; Arxiu Diocesà d’Urgell, 1700-1730, ii, fol. 1v; Arxiu Diocesà d’Urgell, 1731-1760, iii, fol 72v; Arxiu Diocesà d’Urgell, 1758, doc. 111, fol. 186r-190v; Sansalvador, J., Peidró, E., 1998, p. 101; Gascón i Chopo, C., 2010b.