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Restos del muro del castillo de Grialó

Identificador
25034_07_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.900337, 1.105872
Idioma
Autor
Helena Soler Castán
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Castillo de Grialó

Localidad
Collderat
Municipio
Artesa de Segre
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Castillo de Grialó

Descripción

ARTESA DE SEGRE

Castillo de Grialó

Desde que en 1640 sus habitantes se desplazaron a la aldea de Colldelrat, Grialó es un pueblo abandonado. Los vestigios de su castillo se alzan en un terreno rocoso, entre matojos y arbustos, en el extremo occidental de la sierra de la Força, a escasos pasos de la iglesia dedicada a san Miguel. Ambas construcciones persisten solitarias, integradas en medio de un paisaje alterado por la presencia de una torre de alta tensión, ubicada en medio de ambas, que provoca un fuerte impacto visual. El acceso se realiza desde Artesa de Segre a través de la carretera C-14 que lleva a Ponts; una vez pasado el pueblo de Gos, se toma un desvío de la izquierda en dirección a la Força. Cuando se termina el camino se continúa un buen trecho campo a través por un terreno muy accidentado y sin ningún tipo de señalización, hasta llegar al cerro donde se asienta la fortaleza.

 

El origen del castillo de Grialó se remonta a los orígenes del condado de Urgell y de los primeros señores de la Marca: Ramon Borrell II, Ermengol I y Ermengol II, a finales del siglo x y principios del xi. En 1039, estuvo vinculado a la figura de Arnau Mir de Tost, quien por medio de un acta adquirió el kastro Grazilo al conde Ermengol II y su mujer Belesqueta. Durante la Edad Media, Grialó se convirtió en una fortaleza prácticamente inexpugnable bajo la custodia del castillo de Montmagastre.

 

Los escasos restos que quedan en pie no hacen justicia a lo que debió ser la construcción original, la cual posiblemente contaba con un recinto amurallado. Tan sólo se han conservado parte de los muros septentrional y oriental de la torre de planta cuadrada, fragmentos de lienzos con sillares almohadillados y dos depósitos de forma trapezoidal de grandes dimensiones labrados en la roca, los cuales se comunican por una conducción perforada en la parte baja del depósito más grande y que podían servir bien como aljibes, bien para la obtención de vino. La torre, en su lado de levante, aparece cubierta por unas enredaderas que ocultan la estructura pétrea de la edificación. Los muros están formados, como es habitual, por dos paramentos exteriores que delimitan un espacio interior relleno con piedras de pequeño y mediano tamaño unidas con argamasa de cal y arena. El paramento exterior se realizó a base de mampostería en la parte inferior y sillarejo en la zona superior.

 

La fortaleza de Grialó es una construcción que se puede datar entre los siglos xi y xii. En un principio, tuvo un origen islámico como lo demuestran los muros levantados con sillares engastados en el mortero de grandes dimensiones, así como la utilización del almohadillado. Posteriormente formó parte, junto con otros castillos de la zona como Artesa, Malagastre y Montmagastre, de una red de fortificaciones caracterizadas por una inmejorable situación estratégica, muy adecuada para su función de protección y vigilancia de las comunidades rurales.

 

Texto y fotografías: Helena Soler Castán

 

Bibliografía

 

Castells Catalans, Els, 1967-1979, VI (I), pp. 454-457; Catalunya Romànica, 1984-1998; XVII, pp. 201-202; Fité i Llevot, F., 1986a, II, pp. 703-705.