Identificador
09572_03_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 58' 31.06'' , -3º 50' 38.45''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Cilleruelo de Bezana
Municipio
Valle de Valdebezana
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
RESULTA TRISTE COMPROBAR que un edificio de la calidad constructiva de este viejo templo parroquial se cierre al culto y se abandone a favor de un nueva e impersonal iglesia levantada junto a la carretera. Es evidente que la tradición, el arte y la historia nada pueden ante la incomodidad que puede resultar desplazarse tan sólo unos cientos de metros para asistir a los oficios religiosos. La vieja parroquia se localiza en el Barrio de Arriba, un barrio que como la iglesia está semiabandonado, casi oculto por la vegetación. Una moderna pista lleva hasta el promontorio en el que se asienta el templo, pero no hasta el mismo edificio pues tal es la marginación en que ha quedado que el nuevo camino se ha trazado sin tener en cuenta en ningún momento el acceso a la vieja parroquia, cortando el antiguo sendero, de modo que resulta más difícil que nunca llegar hasta la desahuciada iglesia. Aun así merece la pena intentarlo, entre otras cosas por disfrutar de la sombra de los árboles centenarios que rodean el edificio y de las bellas vistas de todo el Valle de Valdebezana que desde ahí se pueden contemplar. Con evidente desafío al tiempo y a la incuria de los hombres la sólida iglesia de Santa Juliana aguanta sin desmoronarse de manera casi milagrosa, pues de sus muros salen ya verdaderos árboles y la maleza impide cualquier acercamiento a la mayor parte de sus paramentos. Esto evidencia que es un edificio magníficamente construido, a base de bien escuadrada sillería arenisca de origen local. Consta de triple cabecera plana, nave de dos tramos y torre a los pies, sobre el último tramo, con el baptisterio adosado a occidente y la sacristía a oriente del ábside central. Un pórtico debió preceder hasta hace algunos años a la portada -abierta al sur-, junto al que se disponía el husillo de la escalera que sube al campanario. Básicamente es un edificio tardogótico, seguramente del siglo XVI, originalmente con una sola cabecera, pero al que se fueron sumando otras estructuras en siglos más modernos que mantuvieron el mismo tipo de abovedamientos de crucería que se emplearon en origen. Entre todo ello se conservan algunos retales de lo que debió ser un templo anterior, de época románica. Tal es el caso de los restos de la espadaña que se pueden ver formando parte de la torre actual, concretamente de su fachada occidental, donde se aprecian dos troneras de arco apuntado con chambrana de nacela, bajo las que además se ven restos de otros dos vanos anteriores. Aun así resulta sumamente arriesgado considerar como románicos a esos restos, dada la enorme perduración que tuvieron este tipo de campanarios. Más evidente parece ser la portada, que parece estar trabajada a hacha de filo recto, el instrumento que se emplea en la época que nos ocupa y que sería sustituido por el hacha dentada o trinchante a comienzos del gótico. A pesar de todo es un raro ejemplar, pero tanto para un momento como para el otro. Consta de arco doblado y apuntado, con el dovelaje interior liso, tan sólo con las aristas recorridas por bocelillos, mientras que el exterior -situado a ras de muro- tiene el arco formado por ocho lóbulos de medio punto, igualmente con las aristas aboceladas. Los apoyos son dobles pilastras, sin que entre ellas y los arcos medie tipo alguno de imposta o moldura. Por la irregular distribución de los lóbulos diríamos que la portada está remontada, pues además el paramento en que se encaja parece formar parte de la fábrica gótica. Este tipo de puerta, como hemos dicho, presenta una imagen un tanto heterodoxa, aunque sin duda algo tendría que ver con los arcos lobulados tan frecuentes en otras portadas románicas mucho más complejas y extendidas, que también se dan en ventanas, o incluso en los arcosolios que cubren algunas sepulturas. Sin embargo en la zona noroeste de Burgos existe un foco donde este mismo modelo de portada se repite: Lomas de Villamediana, Gredilla de Sedano y Villaescusa del Butrón. En todos estos casos la arquivolta exterior es lobulada, aunque las tres citadas son más complejas que la nuestra. El modelo más próximo quizá sea el de Lomas de Villamediana, que no obstante tiene tres arquivoltas y sigue la habitual estructura de portada abocinada del momento. De este modo la simplicidad que caracteriza a la de Cilleruelo de Bezana nos reafirma en la idea de que está remontada y seguramente sólo de forma parcial, lo que debió hacerse cuando se construyó el templo tardogótico. Su data original podría fecharse en el indefinido momento que supone el entorno de 1200. Huidobro, quien también considera románicos la portada y los restos de la espadaña, nos cuenta que durante la Guerra Civil se quemaron los retablos, las imágenes y el archivo de esta parroquia, saqueándose el resto.