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Pila bautismal

Identificador
09199_07_001
Tipo
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Jaime Nuño González,José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Localidad
Villasur de Herreros
Municipio
Villasur de Herreros
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
VIGILANDO EL PASO DEL ARLANZÓN, la iglesia parroquial es un edificio levantado en sillería de piedra arenisca roja, con cabecera cuadrada y una nave, con la torre adosada al flanco norte y una puerta en su base. Una sacristía y una capilla se adhieren también al muro sur de la cabecera y en ese mismo lado, en el centro de la nave, se abre la portada de ingreso al templo, obra renacentista levantada en el mismo momento en que se renovó el conjunto edilicio, sustituyendo a la vieja iglesia medieval, de la que sólo se conservó la torre. Obra del XVI o XVII es también otra capilla, más modesta, que se adosa al lado norte, ampliada en tiempos mucho más recientes con un nuevo espacio donde se celebra el culto durante los meses de invierno. Este nuevo ámbito envuelve parcialmente a la torre, en cuya base se ha abierto la boca desde donde se alimenta una “gloria” que sirve para caldear la capilla. Aunque con un carácter muy tardío, que fecharíamos ya en el siglo XIII, podemos considerar como obra de tradición románica a la torre, excepto parte del último cuerpo y de su coronamiento, que datarían al menos del siglo XVI. Con una planta cuadrada, podemos considerar que consta de cuatro cuerpos, separados en el interior por forjados de madera. En la cara oeste del inferior se abre una puerta que es el único acceso al campanario, con arco doblado y apuntado sobre dobles pilastras que se disponen sobre un podio y que rematan en impostas de nacela, conservando algunas m a rcas de cantero. El segundo cuerpo es macizo y se retranquea ligeramente respecto al inferior, recorrido a media altura en su lado oeste por una imposta, que en re alidad creemos que corresponde al encuentro de un viejo tejado de la iglesia desaparecida. Otra roza de un tejadillo a dos aguas se observa bajo la anterior, pero ahora corre sponde a algún añadido moderno que estuvo adosado al templo actual. El tercer cuerpo, de poca altura, arranca de una imposta perimetral de nacela y se clarea con un vano en cada cara, formados por arco de medio punto doblado que apoya en pilastras dobles sin mediar imposta. Este cuerpo se retranquea de forma muy sutil respecto al inferior, lo mismo que ocurre con el cuarto en relación al tercero, del que está separado además mediante una imposta formada por dos boceles y listel angular en medio. Este último cuerpo aparece ya bastante reformado, conservando su estructura original en el lado de levante, con un ventanal doble que repite el mismo esquema de los vistos anteriormente. También son originales los lados norte y sur, aunque en ambos casos sólo con un estrecho ventanal, que en el último caso ha sido desprovisto además de su rosca interna para darle mayor amplitud. La mayor renovación se ha llevado a cabo en el lado oeste, donde encontramos dos amplias troneras que deben ser contemporáneas de la iglesia actual y que son las únicas que permiten la colocación de campanas. En estos momentos se hizo también el coronamiento, con un alero característico de la época. Da la impresión que en origen esta torre pudo estar más integrada en la fábrica, no tan exenta como ahora, pues su puerta es más bien un amplio arco abierto, cuyo acceso se haría desde el interior del templo. Su complementario carácter defensivo también parece evidente, sobre todo por su ubicación y robustez. Al margen de esta construcción, aquí se conservan también dos pilas bautismales, una en el exterior del templo, junto a la fachada oeste, y otra en el interior. La primera es una sencilla pieza arenisca, de 65 cm de altura y 126 cm de diámetro, formada por un vaso troncocónico de arenisca, completamente liso, sólo con un estrecho bocelillo en su base. Cabe recordar no obstante que pilas como ésta se han usado también en las fraguas, para enfriar los hierros, una posibilidad que sería bastante plausible en un lugar como éste, donde la tradición herrera fue muy importante, aunque también es cierto que las piezas que se han usado en fraguas suelen mostrar grandes desgastes en la embocadura por el continuo roce de herramientas, lo que no ocurre en este caso. La otra pila es sin embargo de mucha mayor calidad, labrada ahora en piedra caliza blanca de superficies alisadas, con una altura total de 83 cm y un diámetro de 127 cm. Consta de gran vaso troncocónico, de 64 cm de altura, con hueco hemisférico y con la cara exterior profusamente decorada. Un bocelillo recorre la embocadura y bajo él se dispone un friso de catorce arcos de medio punto, cada uno albergando otro de herradura en cuyo interior se disponen variadas composiciones geométricas: lacerías, rosetas, celosías, aspas, cuadros biselados. Uno de los arcos -hoy mirando hacia la pared del templo- acoge a un castillo de tres torres, con merlones apuntados y puerta en arco de herradura, sobre la que se dispone un sencillo óculo. Una serie de molduras ocupan la parte inferior del vaso, dando paso a la gran basa circular, moldurada con cuarto de caña y cuarto de bocel.