LES VALLS D’AGUILAR

Iglesia de Sant Andreu de Malgrat de Noves

La antigua iglesia de Sant Andreu se encuentra en una loma, en la parte más elevada del conjunto de ruinas que formaban el poblado de Malgrat de Noves o de Sant Bartomeu. Para acceder a la misma, se ha de tomar la carretera LV-5134 desde Noves de Segre y, tras recorrer 4 km y pasar por la borda del Colí, dejar el vehículo a mano derecha, junto a una cadena que cierra el paso. Se sigue a pie por el camino que lleva a un prado, desde donde se divisa el poblado y la iglesia, abandonados desde los años 70 del pasado siglo. Se conservan los restos del castillo.

La primera documentación que se conoce del lugar se remonta a 1078, y hace referencia a la donación del castillo de Malograto por el conde de Urgell al de Pallars. Más adelante pasó a ser propiedad de los Castellbó. La iglesia de Sant Andreu aparece citada en el testamento del sacerdote Ramon, fechado en 1097. Actualmente, la iglesia de Sant Andreu, antes sufragánea de Noves de Segre, está sin culto y abandonada.

Se trata de un edificio de una sola nave rectangular, cubierta con bóveda de cañón, de perfil ligeramente apuntado, que arranca de una sencilla moldura biselada, hecha con piedra toba, presente en todo el perímetro de los muros laterales, y con la que forma, incluso, una pequeña banqueta en repisa. La cabecera está compuesta por un ábside semicircular, precedido por un arco presbiterial, en degradación, que facilita la transición a la mayor anchura de la nave. La moldura que aparece en la nave se interrumpe en la cuenca absidal, pero conserva el banquillo, por lo que adopta un perfil de acusada herradura, generado por el relleno de la repisa con mortero. La bóveda de la nave está reforzada por dos arcos fajones, que arrancan de sendas pilastras adosadas a los muros laterales, que también presentan el mismo tipo de moldura en el arranque de los arcos.

La puerta original, actualmente tapiada, se encuentra en la fachada sur, mientras que el acceso actual se sitúa en la fachada de poniente, bajo un coro totalmente en ruinas, que se construyó en este sector en época posterior. En la fachada sur, se abren dos ventanas de doble derrame y arco de medio punto, muy próximas entre sí y de dimensiones bastante diferentes. El centro del ábside presenta otra ventana, tapiada, abocinada, sólo visible desde el exterior, mientras que en el muro de poniente hay un vano, de un solo derrame, cegado, sobre el que se abrió un óculo, más tardío, como también parece serlo el situado sobre el arco presbiterial.

El aparejo constructivo está compuesto por sillarejo muy irregular, de tamaño bastante dispar, dispuesto en hiladas no muy uniformes. En algunos elementos, como las ventanas, o la moldura interior, se observa la presencia piedra toba, mientras que para las estrechas dovelas del arco de la puerta original se utilizó piedra caliza.

El exterior del edificio no presenta ningún tipo de ornamentación, salvo una sencilla moldura biselada, hecha con piedra toba, que forma el alero de la cubierta absidal.

En el interior, en el lateral sur, se conserva una pila de aceite.

A pesar de que por los elementos constructivos se hace difícil precisar el marco cronológico de la construcción de esta iglesia, podría situarse entre finales del siglo xi y principios del xii.

Texto y fotos: Montse Jorba i Valero

Bibliografía

Baraut i Obiols, C., 1986-1987, VIII, pp. 77-78; Castells Catalans, Els, 1979, VI, 2, p. 1251; Catalunya Romànica, 1984-1998, VI, pp. 248-249.