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Interior del la cabecera gótica

Identificador
01427_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 8' 7.57'' , -3º 20' 41.20''
Idioma
Autor
Sin información
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Millán Abad

Localidad
San Millán de San Zadornil
Municipio
Jurisdicción de San Zadornil
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
De la ocupación del lugar en época altomedieval dan fe los tres fragmentos de cancel decorados con rosetas y estrías talladas a bisel que aparecieron al hacer obras en el presbiterio. Se trata de un templo de nave única con construcciones adosadas al sur, fruto de sucesivas intervenciones. Conserva, aunque transformada, su cabecera medieval, siendo los cuatro tramos de nave obra sucesivamente del siglo XVIII y de 1914, momento en el que se renovó el edificio. La cabecera, de testero plano, se compone de dos tramos abovedados reforzados por una pareja fajones sobre columnas entregas, rematadas en los que dan paso al altar por capiteles decorados con hojarasca gotizante y una cabecita velada, mientras que los del arco triunfal muestran sus chaparras cestas troncocónicas rematadas por bolas en los ángulos. Al exterior muestra la cabecera su sillería labrada a trinchante, siendo notoria la roza de la doble vertiente original, recrecida en mampostería por las referidas reformas, que añadieron además los dos potentes contrafuertes angulares. Se abre en el eje una ventana abocinada y con el alféizar en talud, de arco y una arquivolta de medio punto ornadas con boceles aplastados, sobre columnas rematadas por capiteles vegetales de seca hojarasca plenamente gótica. Aunque Salvador Andrés Ordax, que fue quien en 1979 dio a conocer este edificio, situaba la obra “en la segunda mitad del siglo XII, un estadio estilístico próximo a lo protogótico”, lo conservado parece obra del siglo XIII, incluso avanzado su primer tercio. La tipología de la ventana y capiteles, así como la propia decoración, indican un estadio propiamente gótico aunque, como ocurre con numerosos edificios del cercano Valle de Tobalina, aún apegado a la solidez y cierta austeridad del último románico.