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Fachada sur de Sant Julià dels Torts o Tords

Identificador
17086_02_020
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.438650, 2.839400
Idioma
Autor
Marcos Ojosnegros Marín
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Julià dels Torts o Tords

Localidad
Jonquera,La
Municipio
Jonquera,La
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Juliá dels Torts

Descripción

Iglesia de Sant Julià dels Torts o Tords

 

La iglesia de Sant Julià dels Torts se localiza en la vertiente sur del cerro de Calmelles, a una altura de 450 m, en un lugar de difícil acceso. Para llegar hasta ella desde la carretera N-II, pasado el punto kilométrico 777 en dirección a Francia encontramos un cruce en el que aparece una indicación que nos dirige al vecindario de Sant Julià. Antes de llegar hasta él, cruzamos el puente de Sant Julià y seguimos por un camino señalizado que deviene casi intransitable hasta la misma iglesia.

 

Sant Julià dels Torts aparece citado por primera vez en el año 1087, en un documento conservado entre las escrituras del monasterio de Santa Maria de Vilabrertran por el que un tal Guillem Guillem retiene injustamente unos alodios situados en el condado de Peralada y en la parroquia de Sant Julià dels Torts y Sant Joan de Vilatenim. La siguiente noticia aparece en torno al año 1100, en el testamento de Ponç Dalmau, por el que éste dona a su hermana Guasca un alodio de esta parroquia de la Jonquera. Otras citaciones de propiedades en la parroquia de Sancti Iuliani de Tortis figuran en testamentos de 1177, 1199 y 1242. Por último, cabe decir que en las Rationes Decimarum de 1279 y 1280 aparece la iglesia como Cortibus, lo que responde a un error en la transcripción de Tortibus.

 

En la actualidad esta iglesia presenta una sola nave rectangular cubierta con bóveda de cañón y cerrada por un ábside con un pequeño espacio preabsidal. El ábside cubre con una bóveda de cuarto de esfera, restaurada recientemente, que en el espacio preabsidal es precedida por un mínimo tramo de bóveda de cañón ligeramente apuntado, donde se conservn marcas de encofrado. Por su parte, el sector occidental de la nave se cubre con bóveda de cañón. El ábside, de altura notablemente menor que la nave, se abre a ésta por un pliegue en cuyo arco triunfal, también apuntado, se divisan grandes dovelas bien talladas. Dicho arco arranca de sendas impostas con decoración de moldura de bocel con filete superpuesto que aparecen muy deterioradas. El pavimento interior se conforma con grandes losas estrechas y alargadas de roca granítica. El nivel del suelo se eleva por medio de un escalón situado en el centro de la nave, mientras que el nivel del ábside responde a una cota ligeramente más elevada a la que se accede por medio de otros tres escalones. Un banco corrido discurre a lo largo de toda la nave.

 

El edificio presenta tres ventanas. Una de ellas se localiza en el centro del muro del ábside; se trata de una saetera rectangular, sin abocinamiento. Otra ventana se abre en la fachada sur, ésta de doble derrame y coronada con un arco de medio punto de pequeñas dovelas bien labradas. Por último, en el sector de muro que queda por encima del arco triunfal, se abre una tercera ventana con arco de medio punto, ligero abocinamiento hacia el interior y dintel monolítico.

 

En la fachada meridional se abre una portada de tres arquivoltas de medio punto en degradación enmarcadas por un guardapolvo con una moldura de cornisa de caveto decorada con semiesferas, rombos, escudos invertidos y rectángulos esculpidos en alto relieve. Las dovelas del arco exterior presentan buena labra y están decoradas por dos líneas incisas entre las que se forma un pequeño bocel, que perfila toda la arquivolta. El segundo arco presenta las dovelas sin arista viva, y en su lugar se labra una moldura cóncava. En el tercer arco las dovelas son rematadas por la parte interior, lo que anula la arista viva. El tímpano y el dintel son lisos. Por debajo de las arquivoltas, la línea de imposta presenta una cornisa de caveto que las enmarca en el punto de contacto con el dintel.

 

Por el exterior, en la parte superior de la fachada occidental permanecen en pie lo que parecen tres pilares cuadrangulares y que en realidad corresponden a los vestigios de una espadaña. La fachada norte salva el desnivel del cerro para asentarse sobre el macizo rocoso. Otro aspecto a señalar es que, por el exterior, los que serían los resaltes que marcarían el inicio del ábside, en realidad se sitúan más a occidente de su correspondencia interior. En el lado sur del templo se adosó, en una etapa constructiva posterior, un pequeño cuerpo arquitectónico con funciones de sacristía para lo que se abrió una pequeña puerta en el espacio preabsidal.

 

Según Badia i Homs, el tipo de aparejo manifiesta dos etapas constructivas. A grandes rasgos, en el muro oeste y en la mayor parte de la fachada norte se distingue un paramento de sillarejo basto de roca granítica, de tamaño irregular pero dispuesto en hiladas regulares y con refuerzo de sillares de mayores dimensiones en las esquinas; ello correspondería a la etapa constructiva más antigua. Por el contrario, la fachada sur presenta un paramento de sillares de grandes dimensiones  y bien labrados, dispuestos en hiladas a soga y tizón, que se asociarían con una etapa posterior. En síntesis, el primer sector correspondería a un primer templo de formulación prerrománica (siglo x, o quizás xi), que quizás hubiera dispuesto de una cabecera de planta cuadrangular (de la Badia i Homs llega a intuir algunos vestigios). Este edificio sería luego profundamente renovado en época tardorrománica (siglos xii-xiii), añadiéndose las cubiertas abovedadas y reformándose la fachada sur, donde se añadió la nueva portada.

 

Pila bautismal

 

En el interior del templo se conserva una gran pila bautismal monolítica, de piedra granítica, que no presenta decoración alguna y está en buen estado de conservación. Se conserva sólo la copa y ha sido encastada en una de las esquinas del interior del edificio. Se podría atribuir a la época del románico, aunque esta afirmación queda en el plano de la conjetura.

 

Iglesia de Sant Julià dels Torts o Tords

 

La iglesia de Sant Julià dels Torts se localiza en la vertiente sur del cerro de Calmelles, a una altura de 450 m, en un lugar de difícil acceso. Para llegar hasta ella desde la carretera N-II, pasado el punto kilométrico 777 en dirección a Francia encontramos un cruce en el que aparece una indicación que nos dirige al vecindario de Sant Julià. Antes de llegar hasta él, cruzamos el puente de Sant Julià y seguimos por un camino señalizado que deviene casi intransitable hasta la misma iglesia.

 

Sant Julià dels Torts aparece citado por primera vez en el año 1087, en un documento conservado entre las escrituras del monasterio de Santa Maria de Vilabrertran por el que un tal Guillem Guillem retiene injustamente unos alodios situados en el condado de Peralada y en la parroquia de Sant Julià dels Torts y Sant Joan de Vilatenim. La siguiente noticia aparece en torno al año 1100, en el testamento de Ponç Dalmau, por el que éste dona a su hermana Guasca un alodio de esta parroquia de la Jonquera. Otras citaciones de propiedades en la parroquia de Sancti Iuliani de Tortis figuran en testamentos de 1177, 1199 y 1242. Por último, cabe decir que en las Rationes Decimarum de 1279 y 1280 aparece la iglesia como Cortibus, lo que responde a un error en la transcripción de Tortibus.

 

En la actualidad esta iglesia presenta una sola nave rectangular cubierta con bóveda de cañón y cerrada por un ábside con un pequeño espacio preabsidal. El ábside cubre con una bóveda de cuarto de esfera, restaurada recientemente, que en el espacio preabsidal es precedida por un mínimo tramo de bóveda de cañón ligeramente apuntado, donde se conservn marcas de encofrado. Por su parte, el sector occidental de la nave se cubre con bóveda de cañón. El ábside, de altura notablemente menor que la nave, se abre a ésta por un pliegue en cuyo arco triunfal, también apuntado, se divisan grandes dovelas bien talladas. Dicho arco arranca de sendas impostas con decoración de moldura de bocel con filete superpuesto que aparecen muy deterioradas. El pavimento interior se conforma con grandes losas estrechas y alargadas de roca granítica. El nivel del suelo se eleva por medio de un escalón situado en el centro de la nave, mientras que el nivel del ábside responde a una cota ligeramente más elevada a la que se accede por medio de otros tres escalones. Un banco corrido discurre a lo largo de toda la nave.

 

El edificio presenta tres ventanas. Una de ellas se localiza en el centro del muro del ábside; se trata de una saetera rectangular, sin abocinamiento. Otra ventana se abre en la fachada sur, ésta de doble derrame y coronada con un arco de medio punto de pequeñas dovelas bien labradas. Por último, en el sector de muro que queda por encima del arco triunfal, se abre una tercera ventana con arco de medio punto, ligero abocinamiento hacia el interior y dintel monolítico.

 

En la fachada meridional se abre una portada de tres arquivoltas de medio punto en degradación enmarcadas por un guardapolvo con una moldura de cornisa de caveto decorada con semiesferas, rombos, escudos invertidos y rectángulos esculpidos en alto relieve. Las dovelas del arco exterior presentan buena labra y están decoradas por dos líneas incisas entre las que se forma un pequeño bocel, que perfila toda la arquivolta. El segundo arco presenta las dovelas sin arista viva, y en su lugar se labra una moldura cóncava. En el tercer arco las dovelas son rematadas por la parte interior, lo que anula la arista viva. El tímpano y el dintel son lisos. Por debajo de las arquivoltas, la línea de imposta presenta una cornisa de caveto que las enmarca en el punto de contacto con el dintel.

 

Por el exterior, en la parte superior de la fachada occidental permanecen en pie lo que parecen tres pilares cuadrangulares y que en realidad corresponden a los vestigios de una espadaña. La fachada norte salva el desnivel del cerro para asentarse sobre el macizo rocoso. Otro aspecto a señalar es que, por el exterior, los que serían los resaltes que marcarían el inicio del ábside, en realidad se sitúan más a occidente de su correspondencia interior. En el lado sur del templo se adosó, en una etapa constructiva posterior, un pequeño cuerpo arquitectónico con funciones de sacristía para lo que se abrió una pequeña puerta en el espacio preabsidal.

 

Según Badia i Homs, el tipo de aparejo manifiesta dos etapas constructivas. A grandes rasgos, en el muro oeste y en la mayor parte de la fachada norte se distingue un paramento de sillarejo basto de roca granítica, de tamaño irregular pero dispuesto en hiladas regulares y con refuerzo de sillares de mayores dimensiones en las esquinas; ello correspondería a la etapa constructiva más antigua. Por el contrario, la fachada sur presenta un paramento de sillares de grandes dimensiones  y bien labrados, dispuestos en hiladas a soga y tizón, que se asociarían con una etapa posterior. En síntesis, el primer sector correspondería a un primer templo de formulación prerrománica (siglo x, o quizás xi), que quizás hubiera dispuesto de una cabecera de planta cuadrangular (de la Badia i Homs llega a intuir algunos vestigios). Este edificio sería luego profundamente renovado en época tardorrománica (siglos xii-xiii), añadiéndose las cubiertas abovedadas y reformándose la fachada sur, donde se añadió la nueva portada.

 

Pila bautismal

 

En el interior del templo se conserva una gran pila bautismal monolítica, de piedra granítica, que no presenta decoración alguna y está en buen estado de conservación. Se conserva sólo la copa y ha sido encastada en una de las esquinas del interior del edificio. Se podría atribuir a la época del románico, aunque esta afirmación queda en el plano de la conjetura.

 

Texto y fotos: Marcos Ojosnegros Marín – Planos Carlos Javier García Muñoz

 

Bibliografía

 

Badia i Homs, J., 1977-1981, II-A pp. 107, 208, 217, II-B, p. 561; Barral i Altet, X., 1981, pp. 271-272; Bosch de la Trinxeria, C., 1887; Botet i Sisó, J., 1905-1908, III-IV; Budó Bagués, J., 2004, pp. 40, 72, 76, 80; Catalunya Romànica, 1984-1998, IX, pp. 509-510; Compte i Freixanet , A., 1990; Deulofeu i Torres , A., 1962, pp. 61-62; Genís i Armada, M. T., 2007, pp. 121, 124; Junyent i Subirà, E., 1983, pp. 146-147; Montsalvatge i Fossas, F., 1889-1919, XVI, pp. 143-144; Pons i Gurí, J. M., 1964-1965; Rius i Serra, J., 1946, I; Taverner i d’Ardena, J., [s. xviii]; Tocabens i Rigat, J. y Lacombe Massot , J.-P., 2001, pp. 172, 176.

 

 

 

Bibliografía

 

Badia i Homs, J., 1977-1981, II-A pp. 107, 208, 217, II-B, p. 561; Barral i Altet, X., 1981, pp. 271-272; Bosch de la Trinxeria, C., 1887; Botet i Sisó, J., 1905-1908, III-IV; Budó Bagués, J., 2004, pp. 40, 72, 76, 80; Catalunya Romànica, 1984-1998, IX, pp. 509-510; Compte i Freixanet , A., 1990; Deulofeu i Torres , A., 1962, pp. 61-62; Genís i Armada, M. T., 2007, pp. 121, 124; Junyent i Subirà, E., 1983, pp. 146-147; Montsalvatge i Fossas, F., 1889-1919, XVI, pp. 143-144; Pons i Gurí, J. M., 1964-1965; Rius i Serra, J., 1946, I; Taverner i d’Ardena, J., [s. xviii]; Tocabens i Rigat, J. y Lacombe Massot , J.-P., 2001, pp. 172, 176.