Santa Cristina d'Aro
SANTA CRISTINA D’ARO
El municipio de Santa Cristina d’Aro, con una extensión de 68 km², comprende casi toda la cabecera del valle del río de Aro, que atraviesa el término en dirección Oeste-Este. El municipio se formó en 1858, a partir de la segregación de cuatro parroquias adscritas hasta entonces a Castell d’Aro: Benlloch, Santa Cristina, Solius y Romanyà de la Selva. Forman parte del municipio, además de Santa Cristina, los pueblos y vecindarios de Bufaganyes, Canyet, Salom, el Vilar, Santa Llogaia d’Àlguema y Camps de Santa Maria.
La carretera C-65, que va de Sant Feliu de Guíxols a Llagostera, facilita la comunicación del municipio y enlaza, cerca de Santa Cristina, con la C-31. De la misma parten ramales hacia Solius, Benlloch y Romanyà. Una carretera local conduce de Santa Cristina a Playa de Aro, pasando por Castell d’Aro.
El término de Santa Cristina es muy rico en yacimientos megalíticos algunos de los cuales (la cova de Daina o el dolmen de Mas Boussarenys) se consideran de los más notables de la comarca, e incluso de Cataluña. En un lugar cercano a Santa Cristina d’Aro se encuentran los restos de lo que podría ser una capilla paleocristiana, que algunos autores datan hacia el siglo vi, aunque otros sitúan en época más tardía, entre los siglos ix y x.
Texto: MJV
Iglesia de Santa Cristina
El templo parroquial de Santa Cristina d’Aro se erige sobre un montículo correspondiente a la parte alta de la población homónima. En tanto que la jurisdicción de Santa Cristina d’Aro dependió de los dominios de Castell d’Aro durante el Medievo, su parroquia encabezó las iglesias de
La iglesia actual evidencia una edificación de importantes proporciones que concierta elementos de diversas etapas constructivas. De planta basilical, con dos naves y transepto elevado, el templo presenta en su sector norte un ábside semicircular, tres capillas laterales de factura moderna en el lado del Evangelio y un coro tambien moderno a los pies; en la nave sur hay una sacristía del siglo xviii –que se especula que fue levantada sobre un supuesto y pretérito ábside– y un campanario turriforme culminado por un pináculo de época tardía.
Actualmente, el acceso principal a la iglesia se realiza por una portada arquitrabada de época moderna abierta en la fachada occidental –ligeramente desplazada del eje de simetría del edificio–, cuyo paramento de mampostería ordinaria se muestra revocado en su parte superior, imitando el perfil de la cubierta a dos aguas del templo y marcando el piso sobrealzado sobre el antiguo techo de la iglesia, revelado por una cornisa. En el costado sur, flanqueada por dos ventanas abocinadas, se abre una puerta de arco de medio punto formada por dos arquivoltas molduradas que, intermediadas por un guardapolvo parcialmente de listel, descansan sobre el propio muro dispuesto en forma de jambas escalonadas. Bajo las arquivoltas, un tímpano liso apoyado sobre un dintel, es rodeado por un arco decorado con bocel. En el mismo mur meridional, más alta que sus compañeras aparece otra ventana de semejantes características. De dimensiones mayores pero de la misma tipología, es el vano abierto en el centro del lienzo absidial, del que parecen aflorar los vestigios de una ornamentación a base de lesenas.
Las dos naves de la iglesia de Santa Cristina están cubiertas por bóvedas de cañón ligeramente apuntadas, una y otra reforzadas por dos arcos fajones de análoga morfología, y con dos arcos triunfales de herradura, todos reposando sobre pilastras cruciformes de impostas biseladas. Las naves se comunican mediante tres arcos formeros, cuya forma herrada es mucho más evidente en el del tramo más oriental. Dicho tramo es, en realidad, un transepto, con cubierta en bóveda de cañón transverals, más elevada que las de las naves. La bóveda de horno del ábside es precedida por dos arcos de medio punto en gradación. En el sector oriental de la nave sur, toda ella de menores dimensiones, tras la bóveda del transepto –que a su vez funciona de base del campanario– y antes de cruzar la pequeña puerta que lleva a la sacristía, aparece tapiado un arco de medio punto similar al que precede el ábside. La capilla lateral más próxima al altar mayor se abre mediante un arco de medio punto que, interpuesto por unas impostas de bisel y decoración estriada, descansan sobre pilastras adosadas al muro. Su fuste es también ornamentado con estrías, igual que el arco, cuya clave presenta un bajorelieve antropomorfo.
Mientras la práctica totalidad del paramento exterior del edificio se muestra cubierto por una capa de rebozado, en el interior el paramento de los muros queda completamente a la vista (exceptuando pequeños tramos como el interior de las capillas, las hornacinas o los frescos contemporáneos situados sobre los arcos triunfales). El aparejo es de mapostería en en los paños de muro, mientras que en los elementos clave de la sustentación y la articulación interior se disponen sillares bien escuadrados, formando hiladas regulares. En algunas partes es posible diferenciar incisiones u orificios que suponen antiguas añadiduras en el muro o en la cubierta; asimismo, se ponen en evidencia los surcos del encañizado de algunos tramos de la bóveda, la decoración bicromática en algunas impostas, y también algunas marcas de cantero. Precisamente, la mayoría de las dovelas radiales de los arcos de este edificio contienen unos símbolos grabados que podrían ser propios tanto de la semiótica laica como de la espiritual.
Santa Cristina d’Aro presenta las estructuras básicas de un edificio prerrománico, que se podría fechar del siglo x. La fábrica fue erigida, al parecer, aprovechando un antiguo mausoleo funerario, suponiendo su consolidación durante el último periodo de evangelización de las aldeas rurales, que tuvo lugar durante los siglos x-xi. Por sus características, que son propias de una arquitectura viva que ha ido modificándose según la época, tanto la nave sur como el ábside del templo deben considerarse una obra ya de época románica, alzados entre los siglos xi y xii. Cabe señalar la similitud de soluciones con la igleisa cercana de Sant Esteve de Canapost, en el municipio de Forallac, igualmente formada por una nave altomedioeval y una románica.
En el interior de la iglesia se conserva un retablo dedicado a santa Cristina, del siglo xvi, obra del tallista Joan Pujades, con pinturas algo más tardías que se atribuyen a Joan Sanxes Galindo.
Texto y fotos: ANA VICTORIA PAUL MARTÍNEZ – Planos: NURIA PICAS CONTRERAS
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1989, VIII, pp. 307-308; Mallorquí Garcia, E., 2002, I, pp. 62-63; Marquès i Planagumà, J. M., 1996a, pp. 35-67; Puig i Aleu, I, 2006, p. 416; Zaragoza i Pascual, E, 1998, p. 12.