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Detalle de la pila bautismal. San Juan

Identificador
09258_01_004
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 27' 35.11'' , -3º 20' 45.28''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Cucufate

Localidad
Cueva Cardiel
Municipio
Valle de Oca
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA ACTUAL IGLESIA PARROQUIAL de Cueva Cardiel es una obra posterior al marco de nuestro estudio, aunque conserva un excepcional ejemplar de pila bautismal románica, de la cual se desconoce su procedencia exacta, pudiendo ser ésta una iglesia anterior desaparecida o la mencionada y asimismo perdida ermita de Nuestra Señora de la Peña. Hoy la pila bautismal, dada a conocer en 1968, se encuentra en un habitáculo situado a los pies de la iglesia, en el lado de la epístola. Su copa, de forma semiesférica, mide 125 cm de diámetro y 89 cm de altura, alzándose sobre un m o d e rno pie cilíndrico de basa con cuarto de bocel. Su estado de conservación es relativamente bueno, a pesar de algunas fracturas que han rasurado parcialmente algunas figuras, la desaparición de la mayor parte de las inscripciones y una desafortunada intervención que rebajó la embocadura, cuya labra a trinchante denuncia su tardía cronología. La profusa decoración de la copa muestra veintitrés figuras con restos de policromía, cobijadas bajo arcos de medio punto rebajado sobre cuyas roscas se dispusieron inscripciones identificativas de los personajes que albergan. Apean estos arcos en estilizados capiteles vegetales de hojas avolutadas que acogen bolas, marcado collarino, fustes sogueados y basas sobre plintos en forma de zapata. En las enjutas se abren uno o dos vanos con arcos de medio punto, y es de suponer que la decoración arquitectónica, alusión a la Jerusalén celeste, continuaría hasta la transformada embocadura de la copa. De las referidas inscripciones se han conservado íntegras la de la Vi rgen -AVE MARÍA- y la del arcángel Gabriel -GABRIEL ANGELUS- de la escena de la Anunciación. Otras se mantienen parcialmente, pero sólo en algunos casos lo suficiente como para poder reconocer el personaje de que se trata. Es el caso de SCE FIL... (San Felipe), : SCE : IACOBE : (Santiago), SCE IOA(N)ES (San Juan), o SCE TOMA(S) (Santo Tomás), titulus que aparece repetido sobre la cabeza de otro apóstol, lo que nos lleva a pensar que en vez de presentar dos ciclos, el de los apóstoles y otro -algún autor ha elucubrado sobre la posibilidad de los profetas - , lo más probable es que haya una duplicidad de apóstoles. En otra leemos SCE [...]BE, probablemente en alusión a San Bernabé, discípulo de Cristo que, como en el caso de San Pablo es frecuentemente asociado al apostolado. La otra inscripción visible -SCE SN...RVS-, resulta de difícil interpretación. Se trata un personaje barbado que aparece mitrado y portando un báculo, resultando así ser un obispo o un abad. Basilio Osaba y otros autores mantienen que se trata de San Pedro, pero éste no lleva las características llaves que lo suelen identificar (así en las pilas de Cabia, Zael, Mahamud, Barrios de Colina, etc.), además de ser infrecuente su representación como obispo de Roma en el románico. Por otro lado, el nombre de PETRUS resulta demasiado corto para el espacio del arco que cobija el personaje y tampoco encajan las letras SN que se conservan antes de la terminación RUS. Otra posibilidad apuntada, aún más remota, es la de identificar a este obispo o abad con San Cucufate, -mártir y no obispo-, descartable sobre todo porque la pila bien pudiera proceder de la desaparecida ermita de Nuestra Señora de la Peña. En la provincia encontramos otras pilas en las que se combinan representaciones de eclesiásticos junto a apóstoles, caso de la de Cabia, y otras como la de Cayuela en la que los apóstoles aparecen junto a motivos diversos. La más próxima a nuestro ejemplo resulta, también en estilo, la pila de Villamiel de Muñó, que junto a los apóstoles muestra como en nuestro caso una Anunciación. En el caso que nos ocupa, la Virgen se representa frontal y mostrando las palmas de las manos en señal de aceptación del mensaje que le trae el ángel, que aparece a su derecha, de pie y portando la flor de lis símbolo de pureza. Todas las figuras visten túnica recta de muy marcado pliegue central y otros paralelos “en uve” sobre las piernas, y portan manto hasta los pies con un amplio pliegue curvo que recorre el espacio entre ambas manos, la que porta el libro o filacteria y la diestra con la que lo señalan o realizan el gesto de bendición; van calzados y los más próximos a la Vi rgen vuelven la cabeza hacia ella, permaneciendo el resto frontales. En algunas de estas figuras se conserva la policromía, pero en ninguna han quedado restos de pintura en el fondo, que es neutro. Todas las cabezas presentan idénticas características, con el pelo corto salvo un caso, en ocasiones con flequillo y raya al medio, y los ojos almendrados y saltones. Además de los apóstoles y la Anunciación hay una figura que parece podemos identificar con la de Cristo. Al igual que el personaje mitrado presenta barba, diferenciándose del resto por el pelo largo con raya en medio con dos mechones cayéndole sobre los hombros, con la mano derecha en actitud de bendecir mientras que en la izquierda porta el Libro. En él se observa muy bien la policromía, que diferencia el manto de la túnica con los colores rojo y azul respectivamente. El cabello y las órbitas de los ojos están marcados con trazos de pintura negra. La importancia de la pila bautismal de Cueva Cardiel radica en el elevado número de personajes, hasta 23, que no encontramos en ninguna otra de las que incorporan figuras en su programa iconográfico, ya sean animales o humanas. También es el único caso conocido de representación en el que coinciden la Anunciación, Cristo bendiciendo y un Apostolado. Todas ellas por separado son frecuentes en el románico, no solamente en pilas bautismales -como por ejemplo en las ya citadas de Villamiel de Muñó, Cabia y Cayuela-, sino en cualquier espacio preferencial de la arquitectura y decoración románica: portada, capiteles e incluso canecillos. Como antes señalamos, algunos autores quieren ver en la representación del Apostolado portando libros o filacterias una diferenciación entre apóstoles -con libro- y profetas -con filacteria-; sin embargo esta diferenciación no puede tomarse en sentido estricto, siendo numerosos los apostolados románicos en los que las figuras portan indistintamente uno u otro objeto. Tanto el estilo como la comparación con algunas de las pilas burgalesas arriba mencionadas en las que aparecen apostolados nos indican una datación tardía para la pieza, probablemente en los años finales del siglo XII o primeros del XIII.