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Detalle de la pila bautismal

Identificador
09219_08_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
José Manuel Rodríguez Montañés
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Pedro Apóstol

Localidad
Valluércanes
Municipio
Valluércanes
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL de San Pedro se alza al norte y en el lugar más elevado del caserío. Es un edificio construido en el siglo XVI, con planta de cruz latina formada por una sola nave y transepto. En el interior de este edificio se conserva la pila bautismal que nos ocupa, que procede de la cercana iglesia de San Martín, hoy arruinada y convertida en el cementerio del pueblo. Realizada en piedra caliza, está ubicada a los pies de la iglesia, apoyada sobre un pequeño basamento y carente de pie. La copa tiene unas dimensiones de 126 cm de diámetro x 76 cm de altura, y presenta una curiosa forma troncocónica que adquiere la apariencia de cuadrada gracias a las cuatro columnillas que se le adosan marcando los ángulos y dividiéndola en cuatro caras. Cada una de éstas se decora en su parte superior con una franja de roleos, que se enlazan entre sí a través de la decoración de los capiteles que coronan las columnas. En su frente aparecen talladas cuatro arquerías de medio punto que descansan sobre unos toscos cimacios sobresalientes de las pilastras en las que se apoyan. Los dieciséis arcos que la decoran están trabajados de un modo muy tosco e irregular. Las columnas presentan los deteriorados fustes lisos, ornándose los capiteles que las coronan con un glouton o máscara monstruosa que engulle el fuste, de pupilas marcadas por puntos de trépano y los roleos de la cenefa superior sobre su cabeza simulando el cabello. Otro de los capiteles aparece decorado con un rostro humano barbado, con ojos y las orejas también trepanados, el cabello con incisiones, labios carnosos y el tallo superior que parece surgirle de la boca. Un tercer capitel está decorado por un entrelazo de cestería muy irregular y la última de las cestas, la más deteriorada, muestra dos aves afrontadas por los picos que apoyan sus patas sobre el collarino; en este último capitel el roleo enlaza las patas de las aves con sus cabezas, uniendo de esta forma la franja decorativa de ambas caras. La talla es ruda, destacando el ejemplar más por su excepcionalidad formal que por sus valores decorativos. Debe datar de la segunda mitad del siglo XII.