Pasar al contenido principal
x

Detalle del crismón del tímpano de la portada sur

Identificador
50109_01_059n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 16' 13.58'' , -0º 55' 50.65''
Idioma
Autor
Jesús Andrés Navarro
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de San Miguel

Localidad
El Frago
Municipio
El Frago
Provincia
Zaragoza
Comunidad
Aragón
País
España
Descripción
Este edificio se encuentra situado en la carretera de acceso a la localidad, una vez cruzado el río Arba de Biel. Se trata de una pequeña construcción de origen románico a la que en algún momento posterior se le añadió un coro alto en el tramo de los pies, del que quedan algunos indicios de su existencia, como algunos mechinales que sustentarían su solera. Ha sido restaurado recientemente por la Diputación Provincial de Zaragoza, entre 2002 y 2004. Consta de una nave rectangular dividida en tres tramos, rematada en testero recto orientado al Este. Cuenta con una longitud de 15,50 m y una anchura de 6 m en la nave y de 5,15 m en el tramo de la cabecera. El volumen del cuerpo de la nave es más ancho y alto que el tramo de la cabecera, tanto en el exterior como en el interior. Tan solo existe un acceso, ubicado en el segundo tramo del lado sur, y tres vanos de iluminación, uno en el muro este, otro en el muro sur de la cabecera y otro en el hastial. El aparejo usado en todo el conjunto es la piedra sillar, estructurada en hiladas de unos 24-26 cm, sobre las que abundan las marcas de cantería. La ermita está cubierta mediante bóveda de cañón apuntada sobre arcos fajones que apean en columnas de fuste cilíndrico adosadas al muro, terminadas en capiteles lisos. Una imposta lisa recorre, a la altura de sus cimacios, los muros norte y sur. Los vanos comentados abren en aspillera al exterior y con derrame al interior. Este derrame forma sendos arcos de medio punto para las ventanas del eje longitudinal, mientras que en el caso de la del lado sur de la cabecera lo hace de forma adintelada. Existe otro vano de medio punto rebajado en el muro norte de la cabecera, con un hueco proyectado en el interior del muro. En la parte baja de los muros norte y sur de la cabecera se dispone un banco de piedra, ocupando toda la longitud de dicho tramo. En el exterior, los muros, tanto de la nave como de la cabecera, se coronan mediante dos aleros de escaso vuelo sustentados por canecillos lisos, de los cuales sólo son originales los del tramo de la cabecera. Éstos dan paso a dos tipos de cubierta en la parte exterior, una compuesta por una serie de losas pétreas sobrepuestas en la cabecera, y otra fruto de la última restauración, a base de teja, ambas a dos vertientes. La portada, situada en el muro sur del segundo tramo, abre en arco de medio punto, formado por cuatro arqui- voltas lisas y una chambrana exterior sin decoración. La anchura de esta portada alcanza los 4,40 m, y la luz de su vano los 1,38 m. De las cuatro arquivoltas, tan solo la primera y la tercera, desde el interior, presentan en su arista un baquetón enmarcado por dos escocias, mientras que las otras dos se componen de dovelas lisas. En esquema general y detalles se aprecia su inspiración en la de San Miguel de Cheulas. Las arquivoltas baquetonadas apean sobre capiteles bastante deteriorados (dos a cada lado, por tanto) que han perdido sus fustes cilíndricos, mientras que las arquivoltas lisas descansan sobre jambas rectas. Los capiteles exteriores son lisos (lo que entra en contradicción con lo afirmado por Abbad, quien describió que la portada contenía tres capiteles decorados con hojas y uno de ellos con entrelazo; quizá confundió en sus notas San Miguel con San Miguel de Cheulas). Respecto a los capiteles interiores, el oriental está decorado con un motivo de entrelazo muy torpe y el occidental con una sencilla decoración vegetal que ha perdido gran parte de su superficie. Es evidente que simplifican los motivos desarrollados en Cheulas. Por encima de los capiteles existe una imposta lisa, que se prolonga por todo el muro sur del cuerpo de la nave, deteniéndose en el tramo de la cabecera y en el muro de los pies. Dos ménsulas con estrías verticales sustentan la pieza más importante de este edificio, el tímpano, que presenta un crismón sobre un fondo liso. Se trata de un crismón circular, trinitario, de seis brazos, con aro muy resaltado con respecto al fondo del tímpano y con las letras griegas alfa y omega permutadas, con la particularidad de que la primera de ellas presenta forma cuadrada, y la segunda forma de flor de lis. Se trata de una pieza bastante sobria y sin adornos. En el exterior, junto a la entrada, quedan fragmentos de dos losas pétreas pertenecientes a algún enterramiento, y en el interior, bajo el banco del muro sur de la cabecera, se aprecia otra sobresaliendo la mitad de su superficie. A falta de elementos escultóricos de calidad, carecemos de argumentos definitivos para datar el edificio. El apuntamiento de las bóvedas evidencia su carácter tardorrománico, y la forma de las letras del crismón lo relaciona con otros de Cinco Villas. La portada está evidentemente inspirada en la de San Miguel de Cheulas, por lo que ha de ser posterior y no realizada por los mismos canteros. Cabe proponer que se construyera a comienzos del siglo xiii por maestros de carácter rural.