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El Cristo de Santa Trigidia en el muro del evangelio de la iglesia

Identificador
09530_01_022
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 44' 4.03'' , - 3º 24' 48.46''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Monasterio de San Salvador

Localidad
Oña
Municipio
Oña
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
En el muro del evangelio de la iglesia de San Salvador preside un retablo la magnífica escultura de un Crucificado conocida como Cristo de Santa Trigidia. Está realizado en madera y se conserva en excelentes condiciones, siendo escasas las transformaciones posteriores a las que se ha sometido la pieza, la más significativa es el retallado de la parte frontal del cabello, probablemente para insertar una corona de espinas. Bajo el esternón se percibe un círculo formado por la fractura de la madera, que coincide, en el interior de la talla, con un vástago que une la imagen a la cruz, siendo el causante de esta fractura. La única pérdida es la última falange del dedo corazón de la mano derecha. El vaciado que se ha practicado a la imagen por la parte trasera ha sido mediante una ranura vertical. Sus medidas aproximadas son de 180 cm. de alto por 180 cm. de ancho. La escultura es de una calidad excepcional. La cabeza está desviada hacia el lado derecho, el rostro es alargado, con los dos globos oculares tallados en relieve dejándolos entornados. El ceño aparece fruncido, lo que unido a la elevación de los pómulos -que además aparecen descarnados-, y la boca entreabierta, confiere al rostro expresión de sufrimiento. Para incrementar el naturalismo se han tallado los orificios nasales. En la boca entreabierta no se ven los dientes, lo que da apariencia dental es la distribución del labio superior. El cabello se peina con la raya en medio, adoptando por la parte superior forma de gajos, se recoge tras las orejas cayendo en finos haces, tres a cada lado del pecho. Tanto el bigote como la barba rematan en bucles cortos y acaracolados. En el cuello se han tallado los tendones. Las manos se colocan extendidas, con el dedo pulgar tallado de forma independiente, en los brazos se marca la musculatura, siendo mayor la dimensión del brazo que la del antebrazo, produciéndose una ligera disarmonía. La anatomía se adapta a la tipología bizantina, marca la clavícula, el pecho en capelina y las costillas. El esternón solo está insinuado y una incisión en el costado señala la herida. Sobre el ombligo se aprecia un pequeño pliegue de la piel. El imaginero también señaló el nacimiento de las ingles. El perizonium está atado por debajo de la cintura, con un nudo en el centro, debajo de éste se forman dos pliegues verticales superpuestos como otros vistos en la provincia, por ejemplo en la imagen del Crucificado de Espinosa de Cervera. Llega hasta la altura de las rodillas. Las piernas están flexionadas y caen en paralelo. El tratamiento anatómico es naturalista, produciéndose un estrechamiento en los tobillos, este realismo se extiende al tallado de los pies, en los que destacan el trabajo de los dedos. Los pies se clavan a la cruz de forma independiente. La espléndida imagen podría datarse en torno al 1200. Además de su importancia artística tiene el valor añadido de haber servido de modelo al cercano Crucificado de Salas de Bureba, siendo la única imagen tipo de esta provincia.