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Canecillos del presbiterio

Identificador
09555_02_006
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
José Manuel Rodríguez Montañés,José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Martín

Localidad
Torme
Municipio
Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL DE TORME conserva de su primitiva fábrica románica únicamente su cabecera, levantada en buena sillería, pues la nave fue completamente renovada durante el siglo XV, con reformas de los siglos XVI y XVII, aunque recuperó la primitiva portada, abierta en el muro meridional. La cabecera se compone de tramo recto presbiterial y ábside semicircular, el primero cubierto por bóveda de cañón levemente apuntada y el segundo con bóveda de horno generada por arco de igual perfil, que apoya en sendas columnas adosadas rematadas por capiteles de hojas lisas pegadas a la cesta, con volutas y cabecitas humanas o piñas en los ángulos. Dos impostas corren por los muros interiores del hemiciclo, una bajo la bóveda y la otra -con perfil de listel y bisel recorridos por cinco filas de finos tacos- a la altura del alféizar de la ventana abierta en el eje. Repite ésta su estructura al exterior e interior, con arco de medio punto con baquetón, doblado por otro liso, que recae en sendas columnillas acodilladas de basas áticas sobre plintos, en torno a una saetera de derrame hacia el interior. Al exterior, donde rodea al arco una chambrana abilletada, coronan las columnas capiteles de hojas lisas y remate avolutado, decorándose los dados del ábaco con motivos geométricos; la misma decoración se repite en el interior, aunque aquí el capitel derecho muestra además dos toscos cuadrúpedos afrontados. En el muro norte del presbiterio se abría una ventana hoy cegada del mismo tipo a la absidal, con capiteles similares a los de la cercana iglesia de Butrera, de hojas lisas muy pegadas a la cesta y rematados en volutas, de las que pende un brote en el derecho. El hemiciclo muestra el tambor liso, articulado en tres paños por dos pilastras prismáticas que alcanzan la cornisa, con perfil de listel y chaflán y sustentada por canes parcialmente perdidos, decorados con nacela escalonada, someros bustos humanos, figurillas sedentes, un músico con instrumento de cuerda, un personaje leyendo, exhibicionistas, etc. Da paso a la cabecera desde la nave un arco triunfal apuntado y doblado que recae en semicolumnas adosadas de basas áticas sobre podio y capiteles historiados. El del lado de la epístola muestra, sobre un fondo de hojas lisas de remate avolutado y rosetas y florones en los dados del ábaco, dos aves de alas explayadas que apoyan sus garras en el collarino, del tipo de las de San Miguel de Cornezuelo o Crespos. En el capitel del lado del evangelio se disponen, sobre un fondo similar, dos parejas de sencillos leones que comparten cabeza. La nave cubre sus tres tramos con bóvedas de arista reforzadas por fajones, abriéndose en el muro norte un arcosolio con chambrana de arco apuntado ornado con cardina en la clave, datado en 1596 y en el que reposa Pedro de Pereda, “cura de Villanueva de Ladrero”. Como dijimos, la moderna nave recuperó, trasladándola, la primitiva portada románica, hoy cobijada por un pórtico a un agua. Se compone de arco de medio punto moderno y tres arquivoltas, la primera baquetonada con decoración de ovas y palmetas, la media retallada y abujardada y la tercera lisa, protegido el conjunto por chambrana con tres filas de tacos. Apoyan las arquivoltas en dos parejas de columnas acodilladas en las jambas, cuyos capiteles, en mediocre estado, muestran toscos relieves. En el exterior del lado izquierdo vemos cinco personajes componiendo una escena de difícil identificación: el primero aparece aparentemente arrodillado ante otra figura, que parece asirle el brazo, tras la cual se dispone un personaje ataviado con túnica con ceñidor y otro portando un libro abierto que parece dirigirse al quinto personaje. El capitel interior de este lado es vegetal, a base de helechos y hojas lobuladas y nervadas entre las que vemos una cabecita, y ambos bajo cimacios de rosetas inscritas en clípeos. El interior del lado derecho es igualmente vegetal, con hojas lanceoladas de nervio central y otras rizadas, mientras que el exterior era historiado, aunque la usura del relieve lo hace irreconocible. Tanto la cabecera como los vestigios de la portada de Torme se incluyen en el tipo característico de esta zona de Las Merindades, próxima a los talleres locales que con mayor o menor dependencia respecto a lo cántabro y San Pedro de Tejada, trabajan en Butrera, Crespos, San Miguel de Cornezuelo, Tubilla y producciones ligadas a éstas en los Valles de Losa y Mena, durante la segunda mitad del siglo XII. No hemos encontrado ni rastro de la pila bautismal, “del siglo XII, con la tradición de San Martín en relieves”, que recogían Julián García Sáinz de Baranda y José Pérez Carmona.