Pasar al contenido principal
x

Cabecera románica

Identificador
09589_01_004
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
43º 5' 31.78'' , - 3º 15' 33.48''
Idioma
Autor
Augustín Gómez Gómez
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Julián

Localidad
Ovilla
Municipio
Valle de Mena
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
APARTIR DEL SIGLO XII las vicisitudes del monasterio de Ovilla oscilaran entre su decadencia y desarrollo. En una fecha indeterminada se convirtió en ermita y ya a mediados del siglo XIV estaba yerma. Sin embargo, posteriormente volvió a recuperar ciert a importancia, llegando a ser parroquia de la villa. Una fecha importante fue la de 1706, cuando don Diego de Velasco construyó una capilla en la antigua iglesia románica. Esta construcción que ha llegado hasta nuestros días, modificó la estructura de la fábrica románica. Entonces se abrió en el muro norte una nueva nave, lo que dejó al antiguo ábside, único resto románico conservado, en capilla secundaria. Además, al añadirse al muro norte esta nueva construcción, la orientación de la nueva iglesia quedó con la cabecera en el septentrión. Por otro lado, los muros sur y oeste fueron rehechos. La iglesia románica es una modesta obra realizada con sillarejo, de una nave con un único tramo, ábside semicircular y corto presbiterio. En la actualidad el ábside está encalado, y como ya hemos señalado, se encuentra en semirruina, situación que de no ponerse remedio de forma inmediata, corre el riesgo de perderse completamente. Al realizarse la modificación del siglo XVIII, se transformó el muro sur, norte y toda la cubierta. Las modificaciones hacen que en la actualidad la planta de la iglesia tenga la forma de una T invertida. El cambio de orientación de la iglesia trajo consigo que el lienzo sur quedase como hastial y la antigua cubierta desapareció para dar lugar a una de madera a dos aguas. Curiosamente, el ábside, aunque conserva la bóveda de horno, al exterior queda cubierto por una de las aguas de la techumbre de madera de la nave. El ábside carece de vanos y de cualquier clase de articulación, sin contar la ventana que se abrió en época moderna en el lado meridional. Sin embargo, al interior el planteamiento de la cabecera es más mórbido. Un banco de fabrica y una línea de imposta de nacela a la altura del arranque de la bóveda recorren todo el perímetro de la cabecera. Además, un pequeño codillo marca la separación entre ábside y presbiterio. Este codillo existía en el exterior, pero la obra del XVIII lo modificó parcialmente, dando la apariencia de un contrafuerte o refuerzo del muro. Una peculiaridad de esta cabecera es la cubierta de bóveda de horno para el hemiciclo absidal y presbiterio -cuando lo habitual es que este último se cubra con bóveda de cañón-, posible por su reducida dimensión. El paso de la nave a la cabecera se hace bajo un arco de medio punto que apoya directamente en el muro. El encalado en esta parte impide dar más precisiones sobre el mismo. En la cabecera quedan restos de policromía debajo del encalado. Se pueden ver algunos restos de cenefas de entrelazos, y se adivinan otros motivos, pero insuficientes para establecer una cronología de las mismas. Ya hemos mencionado que el resto de la primitiva iglesia románica se modificó en la obra del 1706, momento en el que tanto la nave como la antigua portada desaparecieron. Las características de esta iglesia románica, carente de escultura, y siguiendo unas líneas arquitectónicas extremadamente populares no permiten aportar una cronología certera. El hecho de que las principales fuentes documentales se centren en la primera mitad del siglo XI, demasiado tempranas para la iglesia románica, tampoco aportan una datación posible. Quizá el privilegio de 1133 otorgado por Alfonso VII sea una fecha que tengamos que tomar en cuenta para establecer el momento de su construcción.