Roda acumuló tesoros de arte mueble excepcionales, como la silla de San Ramón tallada en el siglo IX, fragmentada tras el robo protagonizado por Erik el Belga en 1979.

En la imagen podemos ver el estado de la silla en la década de 1930 gracias a esta fotografía del Fondo Zubillaga-Espasa

La famosa silla de san Ramón fue troceada por Erik el Belga para facilitar su venta y hoy está expuesta colocando los trozos que se han recuperado sobre una estructura de metacrilato que sugiere el modelo de silla consular romana que se pliega en tijera y que se remataba en sus ejes por cabezas y patas de animales. Estamos ante una pieza muy notable que era considerada por el marqués de Lozoya como “uno de los más bellos muebles de todos los tiempos”, después de que Mayer la calificara como “obra única” y de gran rareza. Realizada en boj, se han recuperado las garras y las cabezas de los leones, así como pequeños fragmentos que muestran su ornamentación vegetal de entrelazo, hojas y flores que nos recuerdan la Biblia de San Juan de la Peña y la arqueta pequeña de Loarre.

Para ubicarla debe saberse que actualmente la silla se encuentra en la capilla de Santa Bárbara, en los pies del templo al final de la nave de la epístola, y que se acompaña de las sandalias, un guante y la mitra de san Ramón que, es sabido, fueron retiradas del sarcófago