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Vista general del conjunto desde el Norte

Identificador
39093_04_003n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 54' 4.18'' , -4º 3' 31.69''
Autor
Sin información
Colaboradores
Sin información
Derechos
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de los Remedios

Localidad
Barruelo de los Carabeos
Municipio
Valdeprado del Río
Provincia
Cantabria
Comunidad
Cantabria
País
España
Descripción
DE LAS SEIS ERMITAS que el autor de la historia de Los Carabeos (RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, A., 1979), da como existentes desde muy antiguo en este concejo, la única que realmente ha perdurado, con fábrica digna, ha sido la de Nuestra Señora de los Remedios de Barruelo de Los Carabeos. La de San Esteban, que estuvo en el barrio de Berzosa, fue mandada demoler enteramente, por estar casi arruinada, en 1819. La de San Miguel, situada en Arroyal, aunque documentalmente se sabe que en 1751 hállase con la decencia correspondiente, no queda hoy vestigio alguno. La de San Cristóbal, en el barrio de San Andrés, parece según Rodríguez Fernández que aún se aprecian las ruinas de los cimientos que la sustentaron. De otra, la del Santo Ángel, se conoce, también por documento de 1741, que en ella se juntaban, cada tres años, “los vecinos comisionados” de los Concejos de los Carabeos, Orzales y Valdearroyo “para la revisión de los mojones divisorios de los respectivos términos”, y estaba situada en pleno monte junto al arroyo del Santo Ángel que “tras hacer de frontera a los tres concejos rinde sus aguas al río Ebro”. La ermita más documentada –señala Rodríguez Fernández– fue la de San Bartolomé, que estaba en “las inmediaciones de la antigua Venta de Pozazal”. Era, al parecer, de la Colegiata de Cervatos. También sirvió para servicio de los concejos de Los Carabeos y Celada Marlantes en torno a los aprovechamientos del monte Matanzas. Fue ésta la ermita más “aprovechada” por el concejo, para su vida espiritual, pero en 1808 “fue incendiada y destruida por las tropas francesas”. Finalmente, en este recorrido de pervivencia sobre las ermitas, la de Nuestra Señora de los Remedios, es la única que, arqueológicamente, puede darnos testimonio de su existencia en los siglos del románico, aunque, hasta el siglo XIX, mantuvo otra advocación, la de San Cristóbal, según vemos en un documento de 1819 que, en cierta manera, nos viene a asegurar las variaciones que algunas iglesias pueden tener al cambiar –por razones para nosotros no conocidas– la titularidad que las dio nombre, y que es muy posible fuese debida, como en este caso, a un motivo devocional que impusiese el pueblo. Rodríguez Fernández (op.cit, p. 146) nos dice que el visitador apostólico, en visita pastoral de 1819, anotó que “en el término de este pueblo (Barruelo) hay una ermita titulada de San Cristóbal y hoy vulgarmente Nuestra Señora de los Remedios…”. En el pasado siglo XIX hubo, en 1824, “obras de reparación de la estructura arquitectónica de la ermita… que no debieron afectar al ábside”. Tiene razón Rodríguez Fernández, pues la visión actual, parece asegurarnos que la reparación debió de ser, fundamentalmente aplicada a la nave, pues el ábside, rectangular y de buena sillería, tanto al exterior como en la capilla interna no parece haber sido variado. Conserva, sosteniendo a la cornisa, cinco canecillos en los muros meridional y norte, todos ellos de caveto simple; y el abovedamiento de la cabecera es de cañón apuntado que acaba, como en este románico de inercia, apoyándose en imposta biselada. El arco triunfal es apuntado y doblado y carga sobre cimacios del mismo tipo de la imposta que inicia ambas jambas prismáticas, todo ello de sillería, formadas por cinco tambores cúbicos. El muro oriental del ábside lleva aspillera fina de arco apuntado que ilumina el interior de la capilla. La nave ha sido evidentemente fortalecida, con la colocación, en ambos muros, de mampostería. La cronología de lo románico pudiera alcanzar incluso los primeros años del siglo XIV.