LA ERMITA DE LOS MÁRTIRES se encuentra en una ladera, en el barrio de Moratín, que pertenece a la parroquia de Santo Tomás de Coro. No contamos con documentación histórica sobre esta capilla que, según se desprende de su análisis estilístico, pertenece al románico arcaizante de finales de la decimotercera centuria. Los Mártires de Coro tiene un esquema sencillo compuesto de nave rectangular única y capilla cuadrada. El imafronte se remata con una espadaña construida en época moderna bajo la que se encuentra una puerta monumental, formada por dos arquivoltas semicirculares recorridas por guardapolvo que apean en cimacios lisos y a la vez en jambas sin columnas intermedias. En el muro meridional se encuentra otra portada más sencilla que consta de un arco, protegido por un guardapolvo, que reposa en dos jambas que rematan en dos impostas desornamentadas. La decoración de ambas portadas se limita a una moldura de dientes de sierra, dispuesta a media altura de las jambas, que se prolonga a lo largo del costado meridional y de la fachada. La cubierta de la nave es a dos aguas y se remata con dos aleros en los lados norte y sur, con moldura sencilla y canecillos decorados con rectángulos escalonados. Un cabildo, que fue construido en época posterior, rodea la fachada y el muro meridional del templo. La sacristía del templo fue añadida en época moderna al lienzo sur de la cabecera, que tiene dos aleros en los lados norte y sur, que reposan en canecillos que presentan la misma decoración que los de la nave. En el interior, la nave, que se cubre mediante armadura de madera, tiene tres aspilleras, una de ellas abierta en el imafronte y las otras dos en los muros laterales. El arco triunfal, que precede la cabecera, consta de dos arquivoltas apuntadas y protegidas por guardapolvo, que arrancan de dos impostas dispuestas sobre jambas. El único motivo ornamental se localiza en los dientes de sierra que se encuentran en el zócalo, sobre el que se elevan las jambas. La cabecera se ilumina a través de una saetera situada en el lado oriental y se cubre mediante una bóveda de cañón apuntado que arranca de un par de arquivoltas lisas. La sencillez estructural y decorativa que caracteriza Santo Tomás de Coro se acentúa en la capilla de los Mártires, cuyo arco de triunfo no cuenta con columnas acodilladas. Además, la cabecera de esta ermita se ilumina a través de una simple saetera, que se diferencia de la ventana del ábside de Santo Tomás, que sigue un esquema más complejo. Por todo esto, hay que pensar que Los Mártires de Coro pudo ser construida a finales del siglo XIII o a principios de la centuria siguiente, al igual que la capilla de San Martín de Ternín (Villaviciosa), que presenta características similares.