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Conclusiones de la reunión de expertos celebrada en Barcelona en torno al claustro de “Palamós”

El pasado fin de semana se celebraba en la sede del CSIC de Barcelona una reunión de especialistas al más alto nivel para analizar las conclusiones a las que había llegado sobre el caso “Palamós”  la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat.  Dos de los miembros de la comisión encargada que estudio el conjunto fueron los organizadores del evento,  Màrius Vendrell , profesor del departamento de Cristalografía de la Universidad de Barcelona y la restauradora de la Universidad de Barcelona, Pilar Giráldez . También acudió otro miembro que participó en la comisión que elaboró el informe de la Generalitat, Pere Rovira, restaurador del Centre de Restauració de Béns Mobles de la Generalitat.

El objeto de este encuentro fue conseguir, mediante un análisis pormenorizado de los datos del informe,  la declaración de 'Bien de Interés Cultural' para el conjunto artístico y permitir el estudio in situ de los investigadores.

 

 

 

Vista general del claustro. Foto: Archivo FSMLReal / Jaime Nuño González

 

El debate se desarrolló con una mismo leit motiv, que la Generalitat se precipitó y erró en sus conclusiones finales y que los investigadores que participaron en la comisión evaluadora no tuvieron tiempo suficiente para aportar un dictamen con rigor científico y por tanto concluyente.

Uno por uno los ponentes fueron desmontando los motivos que la Generalitat argumentó para declarar falso el conjunto en su mayor parte.

Así, Màrius Vendrell  recordó que los datos aportados en su estudio petrológico no han sido tenidos en cuenta; pues en ellos demuestra que los materiales estudiados han sido extraídos de la cantera hace varios siglos.

 

Giraldez explicó como “… la localización de pátinas antiguas, los restos de erosión centenaria y la huella de manipulación en la piedra, presente ya en las fotografías de los años treinta que se conocen del claustro, demuestran que la construcción no es una falsificación moderna tal y como se ha asegurado”.

 

Jaime Nuño, director del Centro de Estudios del Románico de la Fundación Santa María la Real, se centró en  las propias contradicciones del informe y solicitó algún tipo de estudio complementario, como el estudio paleográfico de los números arábigos que aparecen en las dovelas  y que pueden aportar datos sobre si hubo un montaje del claustro anterior a Ciudad Lineal y en qué época; en palabras de Jaime Nuño  Sería bueno analizar cómo están trazados los números, con qué instrumentos. Si se han hecho con la piedra blanda, y teniendo en cuenta que ese tipo de numeración es postmedieval, sería un aval para que esas dovelas fueran falsas; si están hechos sobre la piedra dura no corresponderían al momento de la construcción, pero tampoco es argumento determinante para defender la originalidad”.

En sus conclusiones también se hace notar como hay elementos que parecen defender la verosimilitud del claustro o por lo menos su antigüedad a expensas de un análisis más exhaustivo, como sería  “El claustro se extrae de un sitio llano y se adapta a un lugar inclinado (Arturo Soria), por eso se monta el zócalo. La misma existencia de este zócalo indica además que no tuvo hiladas inferiores: si se quiere recrear un claustro, se haría con el podio también de sillares, no de hormigón en su base. Además, la línea quebrada de los sillares del podio indica que se apoyaba sobre una cimentación […]Para vender una obra como esta tiene que estar expuesta. Es probable que el claustro llevara desmontado muchos años antes de su instalación en Arturo Soria

 

 

Dovela con restos de numeración. Foto: Archivo FSMLReal / Jaime Nuño González

 

Nuño también lanzó la hipótesis de que si se trataba de una copia de algún original ésta debiera ser más literal y para ello efectuó una comparativa entre Silos y Palamós. Finalizó su intervención abogando por un estudio más detallado del conjunto que permita despejar todos los interrogantes planteados;  ya que en su opinión sí que hay al menos dos momentos del conjunto definidos en piezas nuevas y antiguas y que permiten albergar dudas sobre la autenticidad de algunas partes “Talla de impostas y chambranas ajedrezadas en el mismo bloque que el sillar, no de manera independiente. (no es característico del románico)[…] Piedra de Villamayor en una zona donde no hay constancia de que pudieran existir grandes monasterios en la época…[…] Inexistencia (aunque el informe geológico sí que alude a ellas) de marcas de talla (y de cantero, aunque esto es más irrelevante). Apomazado de las superficies.”.

Finalmente se extrañó de que si se trataba de una recreación, una obra de tal envergadura no dejará rastro en lo referente a los trabajos, contratos etc.,.

 

 

Detalle de uno de los capiteles. Foto: Archivo FSMLReal / Jaime Nuño González

 

 

Otro de los especialistas que participó fue Gerardo Boto, profesor de Historia del Arte medieval de la Universitat de Girona y el “descubridor” del claustro.  

En su intervención rebatió varios de los argumentos esgrimidos en el informe oficial, y lo hizo a la luz de ejemplos de edificios  que contradecían algunas aseveraciones de la Generalitat.

A todas  estas argumentaciones sobre la falsedad del claustro: tamaño demasiado grande, medidas perfectas, demasiado bien conservado, demasiadas influencias para un solo claustro, la falta de existencia (o de evidencias) de otras obras del mismo escultor, constancia historiográfica o al menos memoria de su desmantelamiento entre los lugareños, etc., Gerardo Boto mostró edificios románicos que cumplían esas premisas.

 

 

 

Gerardo Boto y Peridis durante la visita del pasado junio al claustro. Foto: Archivo FSMLReal / Jaime Nuño González

 

Juan Antonio Olañeta, presidente de la asociación Amigos del Románico, instó también a la  Administración catalana a que facilite el acceso y el estudio del conjunto y que se proteja como bien de interés cultural.

 

Por tanto no se ha zanjado el debate sobre el origen y la autenticidad del claustro románico de Palamós que para unos, incluida la versión oficial dada por la Generalitat, se trata de una reconstrucción historicista del siglo XX y para otros, sin obviar la existencia de algún elemento moderno que sirviera para completar el puzle, se trata de un magnifico claustro románico “rescatado del olvido”.